Seminario Internacional “Humanismo Político, Oportunidad de Desarrollo para América”

La Habana, 29 de Enero de 2009.

Reunión de líderes miembros de la Organización Demócrata Cristiana de América, 29 y 30 de enero de 2009. México, DF.

Estimados líderes e invitados:

Reciban un fraternal saludo desde Cuba de la membresía del Proyecto Demócrata Cubano junto a nuestros votos por el éxito del encuentro que los convoca.

Créannos que aguardaremos con interés los resultados de la reunión y los textos de las ponencias que allí serán impartidas, y no sólo lamentando no poderlos acompañar personalmente sino denunciando, una vez más, la violación del derecho a salir del país para regresar con que las autoridades cincuentañeras cubanas pretenden, y han logrado en alguna medida, enclaustrarnos.

Este seminario internacional se produce en un momento bien interesante de Nuestra América —como solía nombrarla José Martí— y ¿por qué no?, del mundo. El título ya es de por sí propositivo: oportunidad de desarrollo desde el humanismo político. En estos tiempos de cambio, en los que todo está sujeto a nuevas reformulaciones, tanto en lo político como en lo social y económico, luego de que nos anunciaran equivocadamente el fin de la historia y de las ideologías, lo más importante es la conciencia generalizada de la impostergabilidad de los cambios. El discurso del nuevo presidente de los Estados Unidos, Barak Obama, en la toma de posesión reafirmó esta dirección y, curiosamente, expresó:

(…) La cuestión para nosotros tampoco es si el mercado es una fuerza del bien o del mal. Su poder para generar riqueza y expandir la libertad no tiene rival, pero esta crisis nos ha recordado a todos que sin vigilancia, el mercado puede descontrolarse y que una nación no puede prosperar durante mucho tiempo si favorece sólo a los ricos. El éxito de nuestra economía siempre ha dependido no sólo del tamaño de nuestro Producto Nacional Bruto, sino del alcance de nuestra prosperidad, de nuestra habilidad de ofrecer oportunidades a todos los que lo deseen, no por caridad sino porque es la vía más segura hacia el bien común.

El bien común; confiemos en que, más allá de asimetrías económicas e intereses geopolíticos, todos tengamos ahora la oportunidad de alcanzarlo, incluyéndonos por supuesto a nosotros los cubanos, a los que, por erradas políticas confrontacionales, que han durado mucho más de lo humanamente soportable, y de las cuales algunos se han aprovechado para justificar su beligerancia, nos han sido vedadas o manipuladas las libertades y los derechos; y sin libertades y sin derechos no se puede alcanzar el bien común.

Pero es evidente que estamos en tiempos de cambios. Ya se ven señales de estos procesos, para los cuales nuestra organización ha trabajado y trabaja, respetando el marco de pluralidad que caracteriza a la oposición pacifica cubana y que quedó conceptualizado en el evento de la ODCA Solidaridad Latinoamericana al Encuentro con Cuba, celebrado en San José, Costa Rica, en marzo de 2008. Podemos estar de acuerdo o no con otras tácticas o estrategias, pero nos solidarizamos con el derecho de otros a defenderlas siempre que sean legítimas.

Pero, volvamos a las señales. Cuba fue aceptada en el Grupo de Río el pasado diciembre y ya participa en los más importantes programas integracionistas latinoamericanos: MERCOSUR, UNASUR y CARICOM y participó además en la Cumbre de América Latina y El Caribe. Desde el comienzo del presente año las visitas de jefes de estado se suceden una tras otra, acercándonos a nuestras raíces latinoamericanas y tendiendo puentes que nos unen y nos permiten interactuar con las diferencias, rompiendo los esquemas de incomunicación: el presidente de la República de Panamá, Martín Torrijos Espino; el presidente de la República del Ecuador, Rafael Correa Delgado; la presidenta de la República Argentina, señora Cristina Fernández de Kirchner y las ya anunciadas como la de la presidenta de la República de Chile, señora Michelle Bachelet o el presidente mejicano, Sr. Felipe Calderón, entre otros. No es menos cierto que también estas visitas oficiales han provocado determinadas sensibilidades en opositores que han esperado reunirse con algunos de estos mandatarios. Nuestra organización privilegia el acontecimiento en cuánto nos acerca a todos a nuestra comunidad latinoamericana, permite el intercambio, al menos a niveles de gobierno y sociedad estatal y rompe con los tradicionales esquemas de aislamiento.

Continuemos con las señales. El pasado viernes 23 de enero, El Nuevo Herald, diario del sur de la Florida publicó, en su edición digital, un reportaje sobre las palabras de la ex jefa de la Sección de Intereses de los Estados Unidos en La Habana durante los años 1999-2002, señora Vicky Huddleston, pronunciadas durante una conferencia auspiciada por el Centro de Estudios Cubanos y Cubanoamericanos de la Universidad de Miami. La embajadora, quién es ahora investigadora del Brookings Institution, aseveró: “Estados Unidos debe abandonar sus esfuerzos por lograr un cambio de régimen en Cuba y asumir una política «respetuosa que acepte la realidad» de la isla. Es el tiempo de dejar a un lado la idea de cambiar el régimen, lo hemos intentado durante 50 años y no hemos tenido éxito”, dijo Huddleston, al participar en la conferencia entre diplomáticos norteamericanos y expertos en asuntos cubanos. “Si tenemos una política respetuosa que acepte la realidad, entonces Cuba no puede utilizar ningún pretexto para no dar libertades”, agregó. Huddleston consideró también que una estrategia común de Estados Unidos con Latinoamérica presionaría aún más a La Habana, asfaltando el camino hacia una democratización. “Se requiere una política de compromiso”, enfatizó.

La señora Huddleston ha ratificado en su intervención algunos de los principios básicos defendidos por nuestra organización desde su fundación a mediados de los años 90 del pasado siglo XX.

Pero prosigamos con las señales. El próximo 5 de febrero las autoridades cubanas, por primera vez en 20 años, rendirán un informe al Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas que, según han informado a la prensa nacional y extranjera, consta de 20 páginas. Cuba, que fue sancionada en veinte oportunidades por la extinta Comisión de Derechos Humanos, presentará ahora el nombrado Examen Periódico Universal junto a otros 15 países de 4 continentes. Es cierto que para confeccionar este informe sólo participaron entidades nacionales conectadas, de alguna manera, con el estado. Es cierto que no permitieron que participáramos las organizaciones defensoras de los Derechos Humanos no reconocidas por su carácter contestatario. Es cierto que a los opositores pacíficos cubanos nos acusan de trabajar para una potencia extranjera, es cierto que aún en el archipiélago hay prisioneros políticos y de conciencia: 57 de opinión más otros 150 presos políticos; pero también es cierto que esta es una nueva e inédita oportunidad para trabajar por la excarcelación de estos prisioneros, para que sean tomados en cuenta y para avanzar en el importantísimo tema de los derechos humanos.

Hay otras señales que nos inducen a creer que nos encontramos en un contexto de cambios bien especial. La ratificación anunciada por las autoridades el próximo mes de febrero de los Pactos de Derechos Humanos, Civiles y Políticos y Económicos, Sociales y Culturales de la Naciones Unidas y su implementación, es una de ellas. La última reflexión del ex presidente Fidel Castro Ruz, con fecha 22 de enero de 2009, en la que precisa el comienzo de su repliegue y citamos: He reducido las Reflexiones tal como me había propuesto para el presente año, a fin de no interferir ni estorbar a los compañeros del Partido y el Estado en las decisiones constantes que deben tomar… Existen muchas otras señales pero pensamos que estas que hemos comentado son suficientes para argumentar nuestras opiniones.

Conocemos que existen también desafíos, peligros, intereses y miedos pero con el acompañamiento y la solidaridad de la comunidad internacional, muy especialmente de los hombres y mujeres democristianos de Nuestra América conseguiremos abrirnos paso hacia el bien común, en paz y armonía con todos y para todos.

Les deseamos éxitos en el convite que los reúne y en sus aspiraciones personales y familiares.

Cordialmente,

firma

Rafael León Rodríguez
Coordinador General