Quienes Somos

La Habana, 1 de Marzo de 2002.

Una alternativa socialcristiana

El 27 de noviembre de 1996, un grupo de cubanos y cubanas acordamos fundar una organización política, a la que llamamos Proyecto Demócrata Cubano. La misma, desde el imaginario de la doctrina socialcristiana, se conformaría como parte de la sociedad civil emergente y de la oposición pacífica al interior de nuestra patria. A lo largo de casi 6 años, hemos trabajado y trabajamos, en la vertebración orgánica de esta alternativa ideológica en Cuba, para posibilitar la articulación y expansión de nuestros valores y principios.

Nace así, en un ambiente conciliatorio y constructivo, la segunda declaración pública del PDC: la carta que dirigimos al gobierno y congreso norteamericanos, el 12 de diciembre de 1996, en la que propusimos una moratoria total al embargo comercial a Cuba y el inicio de conversaciones incondicionales con el fin de negociar el diferendo entre los EE.UU. y las autoridades cubanas.

1997: despegue y despliegue del trabajo del PDC

Nuestra percepción moderada, que siempre ha signado nuestro decir y hacer políticos, ha matizado un discurso opositor que, aunque se halla equidistante de las conocidas retóricas conservadoras de dentro y fuera de Cuba, se inserta en las nuevas corrientes del pensamiento político democristiano. El modelo de desarrollo social que propugna el PDC, que se basa en la libertad, la democracia y el respeto a todos los derechos humanos, tiene su matriz en el Magisterio de la Doctrina Social de la Iglesia Católica. En este espíritu y ética cristianos, nuestra organización privilegia el gobierno del bien común en un ambiente conciliatorio y constructivo.

Es por ello que hemos acometido oportunamente, graficando de hecho y derecho nuestras posiciones, el rol que nos asignan el Magisterio de la Doctrina Socialcristiana y los acontecimientos que han sucedido y suceden en nuestra patria.

El 6 de enero de 1997, dimos a conocer nuestra visión sobre algunos de los sucesos acaecidos el año anterior -siempre desde posiciones crítico-constructivas- y sobre la necesidad de desestimular el éxodo desangrante de la nación cubana.

Siempre imbuidos de la práctica y prédicas socialcristianas, el PDC pretendía, y pretende, aunar esfuerzos y voluntades para ofrecer a las autoridades del gobierno de Cuba y a la nación cubana, alternativas asumibles en el tránsito pacífico hacia la democracia y el Estado Nacional Democrático de Derecho.

En tal sentido, remitimos al gobierno estadounidense el 31 de enero de 1997, una declaración-respuesta a la propuesta "Apoyo para una transición Democrática en Cuba" del Sr. William J. Clinton, a la sazón presidente de los EE.UU.

También, inmersos en el compromiso solidario con nuestros compatriotas en Cuba, y en la observancia por la prevalencia del respeto a los derechos fundamentales de la persona humana, el Proyecto Demócrata Cubano emitió el "Llamamiento a la razón" como una alerta a la comunidad internacional y al gobierno cubano, para que cesaran las prácticas de acoso e intimidación a los periodistas de la prensa independiente en Cuba.

Desde sus primicias, la búsqueda de diferentes actores de distintas ideologías y desde diferentes escenarios, formó parte de nuestro trabajo en pos de crear y recrear una cultura democrática, realmente ausente en la sociología del archipiélago en todos los tiempos.

En esta dirección, en el año 1997, se entregó una propuesta a las autoridades cubanas bajo el título de "Cámara Conjunta de Representantes". Esta iniciativa, intentaba interesar al gobierno y al Partido Comunista en la creación de un foro de debate y reflexión sobre la situación nacional, entre representantes de la sociedad civil, el exilio cubano y las instituciones del poder real en Cuba, en un ambiente respetuoso y constructivo.

Este proyecto fue copatrocinado por organizaciones opositoras pacíficas de la diáspora como: el Partido Demócrata Cristiano, la Solidaridad de Trabajadores Cubanos y el Buró de Información de Derechos Humanos, y presumía instaurar espacios de diálogo y negociación entre todos los interesados, para avanzar en la consecución de la democracia y los derechos civiles y políticos.

Casi paralelamente a todo ese quehacer y, en ocasión de la VII Cumbre Iberoamericana que tuvo lugar en Isla Margarita, el PDC propuso a los mandatarios allí reunidos un diseño de 5 puntos en una carta abierta a los Jefes de Estado y Gobierno allí reunidos. Esta iniciativa solicitaba los buenos oficios de los representantes de las repúblicas iberoamericanas, de Su Santidad Juan Pablo II y los países de la Unión Europea en el tema cubano. Planteaba la necesidad de la negociación del diferendo Cuba-EE.UU. para viabilizar la democratización de la sociedad cubana y proponía, en el primer punto, una moratoria al embargo de los EE.UU. a Cuba. El gobierno cubano daría pasos hacia la transición democrática, e instrumentaría un referendo para que el pueblo cubano decidiera, libremente, su destino.

Año de la visita del Sumo Pontífice a Cuba

En el año 1998, después de la visita de Su Santidad Juan Pablo II a Cuba, fue retomado el proyecto de Cámara Conjunta de Representantes, copatrocinado también por las organizaciones anteriormente mencionadas, a la que se le sumaron la Coordinadora Socialdemócrata en el exterior y, en el interior del archipiélago, la Corriente Socialista Democrática Cubana, el Partido Solidaridad Democrática, el Partido Demócrata Martiano y el Consejo Unitario de Trabajadores Cubanos.

Es esta oportunidad, les fue enviado a los participantes en la VIII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno realizada en Portugal.

Como ha sido habitual en la historia de la oposición pacífica interna, las autoridades cubanas no respondieron a estas iniciativas constructivamente, y sí recrudeciendo sus actitudes represivas. Sin embargo la semilla de aunar esfuerzos y voluntades para un propósito común quedó sembrada.

Entre los preceptos definidos en nuestros estatutos, la moderación en el quehacer político, la práctica de comportamientos éticos y el respeto a la pluralidad de opiniones, han sido fundamentos básicos de la organización. De ahí el interés de participar, con otros actores de igual naturaleza, en el debate, la reflexión y la negociación asumidos desde la ética.

Esto fue logrado a mediados del año 1998, al crearse la Mesa de Reflexión de la Oposición Moderada (MROM), por organizaciones que habíamos compartido el proyecto de Cámara Conjunta de Representantes y otras que, posteriormente, se sumaron.

Esta idea prendió también en la diáspora y, por primera vez, que sepamos, concertaciones opositoras pacíficas de dentro y fuera de la isla, consiguieron realizar un trabajo colectivo, el cual, como principal logro, produjo la Plataforma Común.

Este detallado documento fue fruto de decenas de talleres de reflexión, análisis, debates, propuestas y contrapropuestas y, al final, se logró plasmar de una vez, y pensamos que por vez primera, una guía práctica para la transición hacia la democracia y el completamiento de la nación cubana.

Esta Plataforma Común, consensuada desde organizaciones de diferentes colores políticos, fue entregada al gobierno cubano en los días previos a la Cumbre Iberoamericana celebrada en La Habana, a finales del año 1999 y, aunque fue ignorada por éste, seguimos apoyándola y promocionándola como parte de nuestro programa.

La MROM, poco a poco, fue institucionalizándose, y ya sus organizaciones con las lógicas altas y bajas y entradas y salidas, dedicaban sus principales esfuerzos a esta comunidad opositora: tanto desde la Cátedra de Estudios Sociales y Humanísticos Padre Félix Varela, como desde el Buró de Información y su publicación mensual "Estado del País", y otras comisiones de trabajo como el Comité Pronormalización de las Relaciones Cuba-EE.UU., donde constantemente el Proyecto Demócrata Cubano jugaba un importante papel de coordinación y de elaboración.

Evidentemente, la Mesa de Reflexión, absorbió una parte considerable, tanto de los esfuerzos de nuestra organización, como de los del resto de esta coligación. Más de 3 años de trabajo, sin obtener los resultados propuestos y previstos por la inmovilidad característica del gobierno, no significó por ello un retroceso en las motivaciones de estas organizaciones, lo que sí significó fue una importante experiencia política; tanto para las organizaciones del interior que participábamos en ella, como para las de la diáspora.

Entre las actividades más importantes desarrolladas durante este período destacamos el evento "Economía 2000" y las "Iniciativas 2001", que generaron Mesas de Debate sobre el tema de los Derechos Humanos en todo el país; las cuales también proponían un encuentro en Cuba entre las organizaciones integrantes de ambas Mesas - las del exterior e interior - y una reunión del Comité Pronormalización -también en la isla- para el que fueron invitados personalidades e instituciones de la política internacional.

Estas iniciativas no se pudieron efectuar porque el gobierno cubano no autorizó la entrada a Cuba de los participantes de la Mesa de la diáspora y por los acontecimientos del 11 de septiembre en los EE.UU., entre otras situaciones.

Así las cosas, en el mes de febrero del presente año, el Secretariado Ejecutivo Nacional (SEN) del PDC, acordó separarse de los trabajos de la MROM, manteniendo su apoyo e identificación con la Plataforma Común, y programando un nuevo plan de actividades y acciones en el presente año para concentrarnos en el crecimiento y desarrollo de nuestra institución.

Nuestra identidad

Ya desde el año 2001, fue creado el Centro de Prensa y Comunicación Social del PDC, y desde allí se comenzó a editar un mensuario en el mes de noviembre del mismo año, al que nombramos Renovación. Con este modesto medio de comunicación, nos propusimos dar nuestra opinión sobre temas de interés para la sociedad cubana en los ámbitos nacional e internacional y transmitir informaciones inherentes al Proyecto Demócrata Cubano.

Y finalizando el año 2001, después del paso del huracán Michelle, nuestra organización lanzó un Llamamiento internacional para los damnificados por este meteoro.

Durante el año en curso, con motivo de la visita del ex presidente James Carter a Cuba, nuestra organización emitió una Carta Abierta solicitando al distinguido visitante y al presidente de Cuba, una amnistía para todos los presos políticos y de conciencia.

En el presente, cuando nos acercamos al sexto aniversario de nuestra institución, nos encontramos inmersos en la consolidación del Centro de Prensa y Comunicación Social y de la Facultad de Estudios Sociales y Humanísticos Jacques Maritain, entre otras actividades propias de nuestra organización, en consonancia con los valores que defendemos.