Declaración Sobre el Consejo de Ministros de Exteriores de la Unión Europea

La Habana, 12 de Junio de 2008.

Durante esta semana los organismos de consulta de la Unión Europea (UE) como el Comité para América Latina, el Comité Político y de Seguridad y el Comité de Representantes Permanentes han venido trabajando en el tema Cuba-Unión Europea con vistas a la reunión del próximo lunes 16 del Consejo de Ministros de Exteriores de los 27, en la que se determinará el futuro de las relaciones entre el bloque europeo y la República de Cuba.

Uno de los puntos más relevantes de la agenda trata sobre las sanciones impuestas por la UE en el 2003 luego de la detención y encarcelamiento por las autoridades cubanas del llamado Grupo de los 75, conformado por opositores pacíficos y periodistas independientes y la ejecución de tres jóvenes acusados del secuestro, con toma de rehenes, de una embarcación con el propósito de partir hacia los EE.UU. Estas sanciones fueron suspendidas provisionalmente por la UE en el 2005.

Como es del conocimiento de la opinión pública nacional e internacional, Cuba se encuentra en la actualidad inmersa en un nuevo e inédito contexto de reformas y cambios, los cuales han despertado esperanzadoras expectativas en diferentes sectores de la comunidad cubana de dentro y fuera de la isla.

De la misma manera han provocado, en el ámbito de la oposición pacífica, tanto la proliferación legítima de diferentes visiones sobre estos fenómenos sociopolíticos como la ilegítima de algunos en pretender hablar, sin mandato, en nombre de todos.

Nuestra organización, que se reconoce a sí misma como parte de la sociedad civil emergente y que se considera como una referencia alternativa más dentro de Cuba, reafirma la pluralidad de la oposición pacífica cubana así como plural es la democracia participativa a la que aspiramos. Es en esta dirección que se pronunciaron los participantes en el evento Solidaridad Latinoamericana al Encuentro de Cuba, que se realizó en San José, Costa Rica, el pasado 14 de marzo de 2008 auspiciado por la Organización Demócrata Cristiana de América, ODCA, en lo que se llamó Declaración de Costa Rica.

En ese documento se expresa en los puntos No. 3, 4 y 26 lo siguiente:

  1. Afirmamos que ningún gobierno, de un Estado extranjero, puede tomar decisiones que sólo corresponden al pueblo cubano; ni intervenir en sus asuntos o imponer sanciones de manera unilateral, que signifiquen violaciones a sus Derechos Humanos.
  1. Respaldamos los diversos proyectos, estrategias y exigencias legítimas que, en forma respetuosa y pacífica, representan la pluralidad de visión de los movimientos y actores de dentro y fuera de Cuba, que promueven la democracia en la justicia y la libertad, así como la ordenada reinserción de la nación a la dinámica regional y global, desde una perspectiva humanista y reformista.
  1. Suspender cualquier medida de presión y restricción, que atente contra la soberanía del pueblo cubano, que afecte sus intereses económicos y comerciales, o que la someta a un poder ajeno a la isla.

Existe, sin lugar a dudas, un consenso universal de que las medidas punitivas unilaterales como el bloqueo de los EE.UU. a Cuba son injustificables. Las votaciones en las Naciones Unidas de los países europeos en los últimos años sobre este tema dan fe de la posición de estos. Sería entonces totalmente incongruente con la posición europea, refrendada en Naciones Unidas, que esta mantenga las sanciones a Cuba cuando sirven, entre otras, de coartada para el mantenimiento de la sanción mayor al pueblo cubano que es el bloqueo de más larga data de los tiempos modernos: el bloqueo norteamericano a Cuba.

No es éticamente aceptable la ambivalencia de dos posiciones contrapuestas; o se está en contra del bloqueo y por lo tanto de las sanciones de la Unión Europea a Cuba o se está a favor de ambas.

Nuestra organización, el Proyecto Demócrata Cubano, basada en sus posiciones independientes históricas, es de la opinión de que la Unión Europea puede acompañar y solidarizarse más coherentemente con el pueblo cubano, con sus presos políticos y con su sociedad civil emergente creando un marco de negociaciones incondicionales y respetuosas entre ella y las autoridades del gobierno de la isla de Cuba y, para posibilitar este, es imprescindible derogar las sanciones establecidas en el 2003. Es en este espíritu de acompañamiento solidario que pensamos que los países europeos podrán influir ostensiblemente en los desafíos presentes y por venir de la nación cubana.

firma

Rafael León Rodríguez
Coordinador General