Carta al Sr. Marcelino Miyares

La Habana, 6 de Octubre de 2006.

Sr. Marcelino Miyares
Presidente del PDC

A todos los miembros del Secretariado Ejecutivo Nacional del PDC.

Estimados compatriotas:

Ante todo les deseamos que se encuentren bien con el favor de Dios y que el Señor los siga acompañando en vuestros quehaceres por una transición pacífica hacia la democracia en Cuba y en sus proyectos personales y familiares.

En días recientes recibimos un correo electrónico del presidente del PDC, Sr. Marcelino Miyares, con referencia a nuestra solicitud de ser reconocidos como miembros titulares por la ODCA. Esta gestión que asumió la representación del Proyecto Demócrata Cubano en el exterior el pasado año en Lima, Perú, fue el resultado de un análisis de nuestro Secretariado Ejecutivo Nacional tomando en cuenta, en primer lugar, los casi 8 años de permanencia en dicha institución con el estatus de observadores.

Al día siguiente de recibir la primera comunicación nos llegó otra dirigida también a Oswaldo Payá, del Movimiento Cristiano Liberación y a Javier de Céspedes, del Directorio Democrático Cubano, con copia al SEN del PDC y a la presidencia de la ODCA, sin que tuviéramos la oportunidad de responder al primero.

En este último correo la presidencia del PDC nos informa de una carta de la ODCA pidiendo que la misma diera una respuesta en relación con las solicitudes de cambio de estatus de las tres organizaciones solicitantes. Planteándonos a continuación una serie de preguntas, con algunas afirmaciones encerradas en algunas de ellas, para que nuestras respuestas ayudaran al PDC a tomar una decisión sobre este tema en la reunión del SEN que tendrá lugar el próximo 7 de octubre.

Igualmente, nos sorprendió el hecho de que se le hiciera partícipe a la ODCA de una cuestión que debió, en primera instancia, ser únicamente del consumo de las organizaciones socialcristianas cubanas involucradas en el asunto.

En uno de estos correos se habla de un “contrato social”. Con relación a esto nos preguntamos: —¿Cómo poder llegar a establecer el mismo sin que previamente hayamos conversado con absoluta transparencia, respeto y compromiso sobre esa propuesta? Sin embargo, no se hace referencia a un tema que fue manejado por nuestra organización conjuntamente con el PDC hace algunos años sobre la creación de un frente socialcristiano partiendo de la unidad en la diversidad y en los principios y valores que compartimos.

En ambas misivas se nos pregunta “¿qué podemos hacer por la ODCA?”. En todo caso, la pregunta correcta sería ¿qué puede hacer la ODCA y los partidos democristianos que están en el exterior de Cuba por los democratacristianos que nos encontramos al interior del archipiélago? No obstante, podemos significar que nuestra organización ha participado y apoyado en la medida de sus posibilidades, todos y cada uno de los requerimientos de la organización hemisférica a los que hemos sido convocados. Como ejemplo de esto podemos citar la campaña de hermandad con los prisioneros de conciencia cubanos, entre otros; pero lo más importante es el testimonio de nuestro trabajo político y opositor frente a un sistema que nos hostiga y reprime.

El ser democratacristianos opositores activos en Cuba tiene un elevado coste, tanto desde el punto de vista de la seguridad personal como familiar. Para las autoridades cubanas el pertenecer como miembros observadores a una organización política regional no tiene la importancia ni el peso institucional que tendríamos si fuéramos miembros plenos, en igualdad de nivel a la de todos los partidos políticos que pertenecen a la ODCA. Reconsiderarían sus actos y medidas para con nosotros con mayor seriedad, y estamos seguros de que tendríamos una mayor protección. Además de esto, y lo que es más trascendente, es que nos asiste el derecho inalienable como socialcristianos comprometidos, a pertenecer como institución independiente a la organización que reúne en nuestro continente a todas las que comparten nuestros comunes valores y principios.

Finalmente, el Proyecto Demócrata Cubano aprovecha esta oportunidad para reiterarle a la presidencia del SEN del PDC nuestra disposición al diálogo respetuoso y transparente, al compromiso basado en el humanismo y ética cristianos y a trabajar juntos por una Cuba mejor para todos y cada uno de los cubanos. Esperamos que este primer paso, enrarecido en algunos aspectos, para renovar las comunicaciones directas entre nuestras instituciones no sea el último.

En espera de vuestro próximo contacto, queda de uds., a nombre del Proyecto Demócrata Cubano,

firma

Rafael León Rodríguez
Coordinador General