Declaración Común

La Habana, 15 de Noviembre de 2004.

Arco Progresista y Proyecto Demócrata Cubano

Organizaciones que impulsan el Consenso Progresista.

Según se ha informado, el 16 de noviembre la Unión Europea, a instancia de España, pretende revisar su política actual hacia Cuba, motivada por la ineficacia de la misma. Por tanto las organizaciones que impulsan el Consenso Progresista: Arco Progresista y Proyecto Demócrata Cubano, han decidido dar a conocer su posición definitiva en este vital y delicado tema.

Consideramos que es esta una buena oportunidad para restablecer el necesario equilibrio entre dos políticas –la europea y la estadounidense– hacia Cuba. Retornar al multilateralismo en relación con los enfoques europeos para avanzar en el respeto de los derechos humanos y la democratización de Cuba nos parece más positivo que aquellos que privilegian el aislamiento y la confrontación. Es por esto que apoyamos la revisión de esa política y nos pronunciamos a favor de aquellas que hagan predominar el entendimiento, la negociación y las visiones constructivas.

Creemos en la necesidad de retornar al marco del diálogo crítico más allá de las reiteradas negativas de las autoridades cubanas a participar en este proceso. Somos de la opinión que sólo así se podrá garantizar la transición tranquila que necesita Cuba en un clima de no aislamiento y de creciente implicación del país en la esfera internacional.

Pensamos que la discusión en la Unión Europea acerca de qué política seguir con Cuba no debería abandonar ese marco. Qué diálogo crítico sostener y cuáles son sus bases sería el debate más apropiado a seguir, y no si son intercambiables el diálogo y el aislamiento. Los actuales niveles de tensión entre el gobierno de Cuba y la Unión Europea no favorecen a ésta ni a los demócratas cubanos.

¿Debería repensarse la Posición Común? Creemos que sí. La Posición Común es reactiva. Se limita a actuar después que el gobierno cubano dé pasos en las direcciones apropiadas. Con ella, la Unión Europea se ha colocado en una posición pasiva a la espera de las acciones de la otra parte. Tal posición debería ser reemplazada por una Política Común pro activa que no espere pasos del otro sino que los estimule.

La visita del Comisario de Cooperación de la Unión Europea a La Habana, Paul Nielson, en marzo de 2003 estaba, en nuestro criterio, en esa dirección: definir una Política Común europea pro activa, independiente, imaginativa y que colocaba a Cuba en la ruta de pactos y compromisos dentro de la dimensión de los derechos humanos y la democratización.

En las actuales circunstancias tal Política Común, basada en el diálogo crítico, debería incluir estos cinco elementos que consideramos estratégicamente clave:

  1. La liberación incondicional de todos los prisioneros políticos y de conciencia. Un retorno necesario del gobierno cubano a la situación anterior a marzo de 2003 que recupere la tendencia a la liberación de los opositores y disidentes que se venía produciendo.
  2. La incorporación permanente dentro del diálogo crítico, en correspondencia con los criterios internacionalmente aceptados, de los asuntos relativos a los derechos humanos.
  3. El retorno al intercambio cultural entre la Unión Europea y Cuba. No es apropiado continuar enviando el mensaje de que la cultura, como sucede en Cuba en su condición de país totalitario, es un arma política. Cierto espíritu Helsinki es más adecuado a los propósitos acumulativos de los procesos democráticos.
  4. El apoyo político a la oposición cubana dentro de las instituciones de la Unión, sea a través de reuniones periódicas de responsables de alto nivel de la Unión Europea, sea a través de reuniones a nivel de embajadores de la Unión en La Habana y mediante una cooperación clara con las diversas propuestas de transición que aboguen por el diálogo como fórmula de cambio. En este sentido no es apropiada una marcha atrás en el asunto de la invitación de los disidentes a las fiestas nacionales. Un paso al lado y no hacia atrás como solución constructiva que mantenga el reconocimiento simbólico a la oposición cubana, y que al mismo tiempo active la comunicación entre la Unión Europea y el gobierno cubano, nos parece más apropiado.
  5. El retorno al intercambio de alto nivel entre las autoridades cubanas y las autoridades de la Unión Europea que recupere el clima necesario para relanzar las discusiones sobre la eventual participación de Cuba en los Acuerdos de Cotonou.

Apoyamos, más allá de lazos raigales, la nueva posición y el liderazgo de España en esta política de retorno y recuperación, que sirve de plataforma a la definición de una Política Común europea ahora inexistente. La posición inmovilista del gobierno cubano no debe ser relevante para los demócratas. Elegir entre opciones posibles es mover la imaginación cuando hay opciones descartadas. La confrontación y el aislamiento están descartados, precisamente, por inoperantes y porque no satisfacen los criterios mínimos de la convivencia civilizada dentro y fuera de los Estados. España y la Unión Europea tienen, en este momento crucial la oportunidad de abandonar caminos trillados y de definir una política productiva para propagar valores compartidos por todos los demócratas del mundo.

firma

Manuel Cuesta Morúa
Arco Progresista

firma

Rafael León Rodríguez
Proyecto Demócrata Cubano