Declaración del Comité Político de Proyecto Demócrata Cubano

La Habana, 24 de Octubre de 2004.

Finalizando el año 1999, el Proyecto Demócrata Cubano conjuntamente con otras 4 organizaciones prodemocracia de diversos signos ideológicos: liberales, socialistas democráticos y sindicalistas independientes, concluimos y dimos a conocer a la comunidad nacional e internacional un programa para la transición hacia la democracia en Cuba. Este documento, realizado desde la Mesa de Reflexión de la Oposición Moderada (MROM), de la cual fuimos cofundadores, fue nombrado Plataforma Común.

No obstante a que el Proyecto Demócrata Cubano se retiró de esa concertación, la MROM, en el año 2001, nuestra organización continuó defendiendo la vigencia y potencialidad de este programa de transición pactada para la democratización de Cuba y el completamiento de la Nación Cubana.

Recientemente el Arco Progresista, agrupación conformada fundamentalmente por organizaciones socialdemócratas y de socialistas democráticos, dio a conocer una Propuesta Global de Seguridad Nacional contentiva de seis pactos y seis pasos para una transición tranquila. Desde el inicio de su realización y hasta el presente, la dirección de nuestra organización ha venido interactuando con los autores de la misma, avanzando conjuntamente en su gestación.

Después del análisis de esta propuesta, la que apoyándose en la Plataforma Común, promueve la necesidad de levantar salvaguardas a la soberanía e independencia nacionales, ante la inviabilidad e irracionalidad del sistema antidemocrático impuesto por las autoridades cubanas y frente a la injerencia irresponsable de las administraciones norteamericanas en nuestros asuntos, el Comité Político del Proyecto Demócrata Cubano ha decidido apoyar esta propuesta y trabajar en su implementación con las organizaciones que conforman el Arco Progresista y la organización Cambio Cubano, así como con aquellas que en el futuro se adhieran a la promoción y desarrollo de esta Propuesta Global.

Es legítimo y necesario aclarar que tenemos algunas visiones diferentes, específicamente sobre algunas de las ocho razones que rezan en la introducción del texto de la propuesta, en la que se adelanta: «la amenaza del mesianismo revolucionario más fundamental, política e históricamente decisiva que destruye, al menos por ocho razones esenciales nuestra seguridad, autoestima e identidad nacionales».

  1. Consideramos que los envíos de remesas económicas de ciudadanos cubanos desde el extranjero, especialmente desde los EE.UU. a sus familiares en Cuba e, incluso, ¿por qué no?, hasta a amigos, forman parte de una práctica universalmente conocida y reconocida. En nuestro caso, dudamos que este flujo fresco de divisas, aunque relevante, ate la economía cubana a la norteamericana.
  2. En este mismo orden temático, la interacción entre la poderosa y cercana economía norteamericana y la de nuestro pequeño país, pensamos que debería comenzar ya a ser potenciada en ambas direcciones, sin restricciones de alguna naturaleza, salvo las que emanan del derecho internacional en la esfera del comercio. Esta debe ser la lógica del futuro de las relaciones económicas, respetuosas y de mutuo interés, entre nuestros dos países. Por tanto, para nada creemos que las compras sucesivas de alimentos a los Estados Unidos pongan en peligro la seguridad alimentaria del pueblo cubano. Todo lo contrario, la complementan.
  3. Sobre el tema del éxito relativo de los cubanos que emigran, gracias a las oportunidades que los EE.UU. ofrecen a éstos, somos de la opinión que la inmensa mayoría de los emigrantes del tercer mundo, aspiran a tener estas mismas consideraciones que ahora son, de alguna manera, privilegio de los inmigrantes cubanos. Y, si es cierto que existe una historia oscura en los desacuerdos y conflictos entre nuestro país y los gobiernos norteamericanos y que estos últimos instigaron la emigración desde los primeros momentos de la revolución cubana con el fin de desestabilizarla, también las autoridades revolucionarias se aprovecharon de esta situación para deshacerse de todos aquellos que la molestaban y no les eran convenientes y la utilizaron de válvula de escape frente a presiones sociales, económicas y políticas. Evidentemente, aún hay mucho que debatir y reflexionar sobre este tema como para emitir un juicio medianamente acertado, por lo que preferimos, por ahora, otorgarle al mismo el beneficio de la duda.

Salvando estas diferencias de opinión, estamos de acuerdo tanto en El Método planteado en la propuesta como en las Bases y en los Seis Pasos, todos los cuales refrendamos y que aparecen en el documento Seis Pactos y Seis Pasos para una Transición Tranquila, una propuesta global de Seguridad Nacional de fecha 1 de julio de 2004 que acompaña a la presente Declaración y en su preámbulo “Consenso Progresista: un proyecto independiente para el siglo XXI cubano”.

Por el Comité Político del Proyecto Demócrata Cubano,

firma

Rafael León Rodríguez
Coordinador General

firma

Solangel Valdés Díaz
Sec. de Salud y Medio Ambiente

firma

Julio César Franco García
Sec. Prensa y Organización Social

firma

René Pintueles León
Sec. Asuntos Laborales y Sindicales

firma

Rosa María Rodríguez Torrado
Sec. de DD.HH. y Solidaridad