Mensaje al XVI Congreso de la Organización Demócrata Cristiana de América (ODCA)

La Habana, 9 de Octubre de 2000.

Distinguidos participantes:

Reciban desde Cuba el saludo solidario de los miembros del Proyecto Demócrata Cubano, organización opositora pacífica que se honra en pertenecer a la ODCA.

El contexto en el que los cubanos demócratas realizamos nuestra labor al interior de Cuba, caracterizado por la violación coyuntural de los derechos civiles y políticos, ha impedido que participemos personalmente, en ese importante cónclave de los socialcristianos de América, al retenernos las autoridades el permiso de salida temporal para viajar a Chile.

A pesar de la intención del gobierno, de evitar que nuestro mensaje sea escuchado fuera de nuestro entorno, estamos seguros de que gracias a la tenacidad y el compromiso en Cristo de nuestro representante, el Sr. Siro del Castillo, éste llegará a Uds.

En los últimos cuarenta años, Cuba se ha caracterizado, entre otros aspectos, por ser el país de los diferendos: Diferendo entre el régimen totalitario y su pueblo; entre un sistema antidemocrático y los países demócratas de la comunidad internacional y entre el gobierno cubano y el de los Estados Unidos. Estos diferendos, que interactúan y se retroalimentan entre sí, han mantenido a la sociedad cubana paralizada, temerosa de los cambios y la renovación, y han servido de pretextos, algunos de ellos, para justificar la incapacidad propia del sistema de lograr un desarrollo sostenido y sostenible y, para desconocer los derechos fundamentales de la persona humana.

Es, en este sentido, que proponemos a la comunidad internacional, especialmente a los socialcristianos, que apoyen al pueblo cubano en sus esfuerzos por desmontar todos los obstáculos que mantienen enrarecidos los ambientes de negociación y diálogo en torno a Cuba y dentro de ella.

El desarrollo de un multilateralismo crítico-constructivo con el gobierno cubano, la apertura del mundo a Cuba, los programas de solidaridad con la emergente sociedad civil y la normalización de las relaciones entre nuestro país y el resto de la comunidad mundial, irán estableciendo puentes por los que transitemos, pacíficamente, como hombres libres hacia la democracia, la equidad integral y el bien común.

Les deseamos éxitos en el desarrollo del presente Congreso y en sus propósitos personales.

Fraternalmente,

firma

Rafael León Rodríguez
Coordinador General