Declaración

La Habana, 13 de Julio de 1997.

Hoy 13 de julio se cumple un año más del holocausto del remolcador 13 de marzo; un eslabón más en la ya larga cadena que lastra al pueblo cubano en su lucha consigo mismo.

Hechos de esta naturaleza deberían llamar a la reflexión a todos los cubanos de buena voluntad para elevarnos por encima de diferencias y antagonismos.

Sin embargo, en la actualidad, la hostilidad, la violencia y la intolerancia siguen marcando el signo de los tiempos.

Es hora ya de que los cubanos incorporemos la idea de la necesidad del reencuentro y la reconciliación.

Como dijera el Santo Padre, "No se trata de olvidar todo lo que ha sucedido, sino de releerlo con sentimientos nuevos aprendiendo, precisamente, de las experiencias sufridas, que sólo el amor construye, mientras el odio produce destrucción y ruina".

A las iniciativas de diálogo entre cubanos propuesta por la oposición pacífica al gobierno, se nos responde con la represión, el hostigamiento, la coerción y el chantaje.

A pesar de esto, seguimos convencidos de que sólo mediante el diálogo entre todos los cubanos de buena voluntad podremos enfrentar los desafíos del futuro y las adversidades del presente.

La creación de una Cámara de Representantes de todos los cubanos de la oposición y el gobierno sigue siendo una propuesta actual que reiteramos, haciendo nuestras las palabras de Martí de que "la patria no es de nadie, y si es de alguien será, y esto sólo en espíritu, de quien la sirva con mayor desprendimiento e inteligencia".

Por el Proyecto Demócrata Cubano,

firma

Rafael León Rodríguez
Coordinador General